Javier Gilberto Santana Guerra no logró graduarse del Colegio Artes y Oficios Melcho Lasso de La Vega, pero ese tropezón le enseñó una lección de vida en 2007.
Este 28 de noviembre de 2020, cuando Panamá celebra 199 años de la Independencia de Panamá de España, el nacionalismo sale a flor de piel en los panameños. Ciudadanos orgullosos del país que los vio nacer... Y compartimos esta historia, pues mediante la superación personal, Panamá también se hace grande.
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En plena juventud, Javier comprendió que sin estudios no podría llegar lejos. Fue un duro golpe para la familia.
Él sabía que tenía que enmendar ese error. En 2008 encajó en la construcción de la Cinta Costera 1 como ayudante general. Allí se sintió atraído por la seguridad ocupacional, pero por no tener un diploma se le complicaba el asunto.
En Cinta Costera 2 le dieron la oportunidad de fungir como banderillero. Al transcurrir de los días, descubrió que tenía que tener un bachiller e ir a la universidad para estar donde él quería llegar. Eso lo motivó a terminar su sexto año y recogió su diploma por ventanilla.
Aquel día, su madre, Yadisel Guerra, fue una madre feliz. Ella quería ver ese avance, pues era una deuda que él tenía pendiente. Sin pensarlo dos veces ingresó a la Universidad Especializada de Las Américas (Udelas). Siguió trabajando y de noche estudiaba en Udelas.
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Pasaron dos años lejos de los proyectos, pero su meta era volver como un profesional, no como un ayudante general. Y así fue.
Su perfil llenó las expectativas y lo llamaron en el proyecto de Agua Potable. Luego fue parte de la construcción de la Línea 1 del Metro de Panamá, tramo Los Andes - San Isidro, en San Miguelito.
Está orgullo de su aporte a la obra. Cada vez se especialiazaba más y por su buena actitud también aportó en la construcción de la Línea 2 del Metro de Panamá. "Tuve la responsabilidad de todos los montajes de vigas "U" por las noches. Una experiencia de 40 meses de la que estoy agradecido y orgulloso", sostuvo.
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Tiene dos hijos: Said Santana de 10 años de edad y Damarcus Santana de nueve meses.
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Sus padres: Gilberto Santana y su madre Yadisel Guerra se sienten orgullosos de los logros que ha tenido con mucho esfuerzo.
"Estoy orgulloso de todo lo que ha sucedido. Tengo mi hogar, he tenido mejoras en mi calidad de vida. Mi automóvil, he viajado, gracias a Dios. He tenido cosas que en realidad, nunca iba a conseguir si seguía con esa mentalidad limitada. Uno es lo que quiere ser, es cuestión de voluntad", afirmó el entrevistado.